domingo, 21 de octubre de 2012

La resilencia

1.- DEFINICIONES (por: Stefanie Braña, Coralia Díaz, Lumarie Navarro, Marién Torres, Soleil Vázquez)



















2.- SITUACIONES DE DIFICULTAD. NECESIDAD DE PROMOVER LA RESILENCIA

  • Los miembros de las familias se autoinfluyen respectivamente. 
  • Existen distintos estresores (verticales y horizontales) que causan ansiedad, la cual será vivida de forma distinta en función de la edad de los miembros de la familia, de la posición en el ciclo cital, y de factores personales. 
  • Resilium 'volver atrás', 'volver al estado inicial'. Sobreponerse a las dificultades y tener éxito a pesar de estar expuesto a situaciones de riesgo. Saber adaptarse al alto riesgo. Recuperarse de un trauma, ajustarse ante los acontecimientos negativos de la vida. En resumen, prevenir, saber sobreponerse, saber minimizar los problemas.
  • Resilencia individual.
  • Resilencia familiar: 1) proceso de la familia ante las dificultades; 2) incorporación de una visión evolutiva del proceso (estabilidad emocional, fuentes de apoyo, desarrollo de intereses y vínculos, relación con los iguales, autoconcepto de sus miembros, valores familiares).  



3 comentarios:

  1. Querida Iranzu:

    Soy Noelia de clase. Lo primero de todo darte la enhorabuena por tu blog. Me parece que todas tus aportaciones son muy enriquecedoras.

    Si me permite, me gustaría hacerle una pregunta, ¿cómo los padres pueden hacer que los hijos adquieran la capacidad de la resiliencia?

    Pienso, como tu bien has dicho, que promover la capacidad de la resiliencia es vital en la vida familiar. Estamos acostumbrados a meter en "urnas de cristal" a los niños, no hacemos que se enfrenten a la realidad...pensando que es lo mejor para ellos y solo así los perjudicamos. Solo las personas que adquieren esta capacidad salen fortalecidas y transformadas a causa de sus malas experiencias...por tanto, ¿qué mejor que incitar a los hijos a la adquisición de esta tan imprescindible, y poco conocida, capacidad?

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    1. Muchas gracias, Noelia. Aprovecho, yo también, para felicitarte por tu blog. Desde luego, la percepción desde dinstintos ángulos resulta siempre provechosa y aleccionadora.

      En efecto, la tolerancia a la frustración es algo en lo que es necesario -y cada vez se pone más de manifiesto- trabajar.
      ¿Significa eso permitir que tu hijo tropiece constantemente, y aprenda a base de batacazos? No.
      ¿Cómo puede, entonces, un padre hacer a sus hijos adquirir fuerzas para superar las posibles adversidades que se le presenten a lo largo de su vida?
      Hay que tener en cuenta, en primer lugar, que existe una diferencia notable entre 'proteger' y 'sobreproteger' a los hijos. 'Proteger' a los hijos es lo natural, en eso consiste la crianza. Desde muy pequeñito, el niño tiene que ser educado en la expresión y recepción de emociones, lo cual permitirá un autoestima y autoimagen sanas. Esa expresión y recepción de emociones, tanto positivas como negativas, será la antesala de la resilencia, de la tolerancia a la frustración de la que estamos hablando. Ser capaz de tolerar reacciones afectivas negativas indica un grado de madurez, un terreno muy importante ya ganado.
      Por supuesto, conforme el niño vaya creciendo, irá encontrando situaciones problemáticas más complejas, y los padres tendrán que enseñar tanto que no pasa nada por cometer un error, como que hay que perdonar que otros comentan errores si nos afectan. Progresivamente, se irá tomando responsabilidad en los casos en los que uno cometa errores y proceda, pero el modo de iniciarse en la resilencia, considero que, ha de ser este.

      De todo esto, puede decucirse que la resilencia no es un rasgo de la personalidad, sino que es un aptitud en la que hay que trabajar y entrenarse para, posteriormente, ser competente en ella.
      No se trata, por tanto, de no permitir que nuestros hijos no salgan a jugar al parque porque se van a hacer una herida en la rodilla o se van a manchar el pantalón; se trata de enseñarles a tener cuidado (de no ensuciarse, de no hacerse daño...), y de, cuando les ocurra algo, acudir a ellos con serenidad para curarles las heridas y ofrecerles consuelo y consejo para próximas veces.

      Espero responder, así, tu pregunta.

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  2. Más que respondida...¡Qué suerte encontrar a alguien que aporte tanto!

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